Mediante un ensayo clínico pionero, investigadores de los Institutos Feinstein para la Investigación Médica de Northwell Health, Estados Unidos implantaron microchips en el cerebro de un paciente paralizado y emplearon algoritmos de inteligencia artificial para reconectar su cerebro con su médula espinal.
Este doble bypass neural ha permitido que la información fluya nuevamente entre el cerebro y el cuerpo, resultando en la restauración del movimiento y las sensaciones en la mano, con efectos duraderos en el brazo y la muñeca, incluso fuera del laboratorio.
Chad Bouton, líder del equipo de investigación, destacó la importancia de esta hazaña, subrayando que esta tecnología cambia las reglas del juego al permitir una terapia impulsada por el pensamiento.
El paciente de prueba, Keith Thomas, quien quedó paralizado del pecho para abajo debido a un accidente de buceo, ha experimentado mejoras asombrosas y emocionantes, como sentir el toque de alguien sosteniendo su mano.
Los científicos tienen la esperanza de que esta tecnología eventualmente otorgue a las personas con parálisis una mayor independencia y calidad de vida.